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Vicerrectorado de Estrategia y Ordenación Académica y Vicerrectorado de Internacionalización

La Oficina de Relaciones Internacionales de la ETSI de Sistemas Informáticos

Los inicios de esta Oficina se remontan al año 1992, cuando en la entonces Escuela Universitaria de Informática, se firma un acuerdo de inclusión en una red de intercambio incluida dentro del programa ERASMUS.

Estas redes de intercambio de ERASMUS estaban compuestas por un conjunto de centros de formación superior. Una red era liderada por el centro que la había creado e invitaba a distintas escuelas de diferentes países a unirse a la misma. El centro que lideraba la red era quien administraba el presupuesto destinado para su organización. Este presupuesto, curiosamente, se contabilizaba en ECUs, (European Currency Unit, precursora del euro).

En el caso de nuestra Escuela, la red a la que se unió era liderada por la Hogeschool de Gante, Bélgica. En la misma se incluían centros de Inglaterra (Newcastle), Holanda (Groningen), Francia (Limoge), Portugal (Porto), Suecia (Halmstad), Finlandia (Joensuu), Grecia (Atenas y Salónica), y España (Córdoba).

La finalidad fundamental para los alumnos de nuestra Escuela era la realización del proyecto fin de carrera (PFC). Los alumnos presentaban su proyecto en la universidad de acogida pero, además, también debía presentarse en la Escuela en su versión en español. Este formato estuvo vigente durante seis años. A partir del año 2000 el programa ERASMUS introduce los acuerdos bilaterales de movilidad todavía vigentes en la edición actual de ERASMUS +.

En estos inicios, los más complicado era dar visibilidad al programa ERASMUS y destacar sus ventajas. Eran muy pocos los estudiantes interesados en pasar un curso académico en el extranjero, en la Escuela se ofertaban alrededor de veinticinco plazas al año, de las que apenas se cubrían quince. Manuel Bollaín, encargado por aquel entonces de estos acuerdos de intercambio, cuenta que “como en todos los inicios, todo se hacía de una forma bastante artesanal, pocos alumnos a los que tratábamos con todo el cariño del mundo. No sólo les ayudábamos académicamente, también les buscábamos alojamiento lidiando con los caseros, les dábamos vales de comida o los acompañábamos al médico”.

Desde estos inicios el programa ha crecido tanto en tamaño como en popularidad. Aunque nuestra Escuela en términos de movilidad es pequeña en comparación con otras Escuelas de la UPM, vemos como cada año van siendo más los estudiantes que se animan a estudiar fuera y además no sólo se animan a salir al entorno más cercano como puede ser Europa, también tenemos cada vez más solicitudes para irse a cursar un semestre o un curso completo a Asia o a América.

Este último curso 2019-20 recibimos 27 estudiantes extranjeros en la Escuela que vinieron a estudiar o a investigar y salieron a otros países también 27 de nuestros estudiantes a estudiar a diferentes destinos. Los datos seguirán creciendo previsiblemente. Aunque el confinamiento ha provocado que se hayan producido renuncias, el número de solicitudes solamente de beca Erasmus+ en febrero de este curso había crecido considerablemente alcanzando la cifra récord de 40 estudiantes.

Hay algunos estudiantes de primer curso que en su primera semana en la Escuela ya vienen a vernos para preguntar qué tienen que hacer para irse fuera un semestre. Hay otros a los que les cuesta más tomar la decisión. Nosotros les decimos que se animen, que merece la pena salir, todos vuelven con algo extraordinario e intangible en su mochila personal que posiblemente no olvidarán jamás.

Esperamos seguir creciendo.

Marta Olea de Cárdenas

Subdirectora de Estudiantes y Relaciones Internacionales